El sorteo de la Champions fue cruel con el Atlético, pero ahora se presenta como una oportunidad. Después de una temporada con muchas dudas y una gran irregularidad, los rojiblancos tienen ahora la ocasión de resarcirse en únicamente dos partidos. Para ello, ‘solo’ habrá que eliminar al Liverpool. Al mejor equipo del mundo. Al actual campeón de Europa. Reto descomunal aunque de los que le gustan al Cholo y a este equipo que siempre compite y jamás se rinde.

Carlos Gámez

Son Atlético y Liverpool dos equipos de autor. Pocas veces dos entrenadores han cambiado tanto la historia de un club como lo han hecho los dos hombres que se sentarán hoy (21 horas) en el banquillo del Wanda Metropolitano para la ida de los octavos de la Champions.

Cuando Simeone llegó al banquillo colchonero en diciembre de 2011, el Atlético acababa de ser eliminado de la Copa por el Albacete y estaba descolgado en Liga. Algo más de cuatro meses después el club ya estaba levantando un título, la Europa League, tras ganar en la final alAthletic.

Fue el inicio de una de las mejores etapas de la historia colchonera. Desde la llegada del Cholo, jamás ha quedado el Atlético por debajo de la tercera plaza y en una época en la que le ha tocado competir contra dos gigantes futbolísticos y económicos como Real Madrid y Barça, les ha tuteado y se ha llevado una Liga, en 2014, y una Copa, en 2013 ante el Madrid de Mourinho.

La gloria absoluta se le escapó de los dedos a Simeone en dos ocasiones. Primero con un cabezazo de Ramos en Lisboa en 2014, después con una tanta de penaltis que hizo que la Champions cayera del lado madridista de nuevo apenas dos años después. Sin embargo, y pese a lo dolorosas que fueron ambas derrotas, el Atlético estuvo allí, en dos finales de la máxima competición continental que se escaparon de los dedos cuando todo parecía a favor. Ese es el mérito del Cholo, haber llevado a su equipo a competir ante cualquier equipo, a plantar cara siempre a cualquier rival, a codearse con los más grandes y derrotarlos en numerosas ocasiones.

A Simeone se le discute ahora el estilo, se le exige que sea más ofensivo, que se atreva a apostar por jugadores más ofensivos, de más calidad. Pero el Cholo es lo que es y sabe que ha llevado al Atlético donde está de una manera y no la va a cambiar ahora. Repliegue defensivo constante, intensidad, pelea y transiciones rápidas serán las armas para tratar de dar la sorpresa hoy.

Klopp, el constructor de una máquina perfecta

Jürgen Klopp, como el Cholo, también llegó al Liverpool en medio de una temporada. Fue en octubre de 2015, y en su primer año también llevó a su club a jugar la final de la Europa League. Sin embargo, perdió ante el Sevilla, lo que con el tiempo avivó una fama que ahora suena un poco a broma: la de perdedor. Las tres primeras finales continentales que disputó en su carrera fueron derrotas, pues también cayó en dos en Champions: en 2013 con el Borussia Dortmund ante el Bayern y en 2018 ya con el Liverpool ante el Real Madrid.

El alemán estaba considerado ya como uno de los mejores entrenadores del mundo pero le faltaba dar el paso adelante, llevar a su equipo a ganar un gran título continental a sumar a los que logró en Alemania. En Liverpool encontró la paciencia que necesitaba y los resultados comenzaron a llegar. El subcampeonato europeo de 2018 no fue más que un aviso de lo que estaba por llegar, pues al año siguiente levantó el título continental tras ganar al Tottenham en la final y después de haber remontado un 3-0 en semifinales ante el Barça con un 4-0 en Anfield. En Inglaterra, el título se escapó tras una épica batalla con el Manchester City, el Liverpool no quedó campeón pese a haber logrado la friolera de 97 puntos.

Klopp ha convertido a su Liverpool en una máquina perfecta de jugar al fútbol. Su dominio en la Premier es brutal, arrasador, el mayor que ha vivido la liga inglesa: llevan los reds 76 de 78 puntos posibles, han ganado 25 de los 26 partidos disputados en la considerada mejor liga del mundo.

Mane, Salah, Van Dijk, Firmino, Fabinho, Wijnaldum, Alexander-Arnold, Keita, Henderson, Allison... nombres impresionantes pero que no deben asustar alAtlético.